La fotografía que nos lleva: Volver

Cuando miramos fotos en un álbum, -de esas a los que se les pega el papel y suenan cuando abres las páginas- nuestro cerebro va atando cabos de momentos del pasado y vuelven a retoñar algunos recuerdos, de alguna manera volvemos a lo que pasó.

No es aconsejable vivir ni en el pasado, ni en el futuro. Vivir en el presente con las posibilidades de visitar el pasado es una tentación y la fotografía tiene mucho de eso, es tentadora como un instrumento que hurga en nuestros pensamientos.

la fotografía que nos lleva.
Saúl Zerpa

Así estábamos en un año en el que la pandemia nos encerró en nuestros pensamientos y Netflix era una de las ventanas que teníamos para distraernos y viajar en el tiempo es algo que me apasiona, se hace muy fácil volver al pasado con los recuerdos que muestran Google y Facebook, empeñados en que pienses en cosas que probablemente no quieres tener presente.

Alisté la bicicleta. En ese momento, con una cámara compacta discreta fuí hasta la calle donde crecí consciente de que: 1) son muy pocos los que tienen la posibilidad de volver; 2) sería mi primer paso para cerrar un ciclo que terminó de una forma abrupta y traumática.

Llegue muy cerca de la casa 111-21. A la redoma de las burlas. A la redoma de out que regalaba la liga. Siempre era el fusilado. Era muy lento para correr. Siempre quedaba de último, así que de niño no la pasaba bien. En ese lugar paradójicamente, en esa redoma encontré el primer beso, los primeros cigarrillos y mucho rock n’ roll.

la fotografía que nos lleva.
Saúl Zerpa

Estas fotografías son para volver al pasado, y entender de algún modo que sin todo lo que pasó, no sería el hombre que escribe estas líneas. Me quedo con mi mejor amiga de la cuadra con la que todavía hablo y con todas las cosas aprendidas.

Volver de forma consciente al pasado y traerlo al presente con fotografías para cerrarlo, es un acto terapéutico. Aunque muchos autores no lo quieran aceptar, la fotografía tiene una dosis medicinal muy importante.