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La fotografía que nos lleva-Música

La fotografía que nos lleva- Música

Tenía aproximadamente 8 años y junto a mi hermana nos inscribieron en el «Taller Arcoiris», hoy si la escuela de arte para niños existiera sería el blanco de un montón de críticas, pero realmente era un taller para niños en donde empezaban a desarrollar habilidades artísticas.

Música, pintura, danza y teatro, era lo que enseñaban a medida que ibas pasando niveles. En la música, por ejemplo, el primer nivel era cursado con un instrumento que se llama «campanitas», una línea de campanas pequeñas que se hacían sonar con un pequeño mazo de plástico.

La Fotografía que nos lleva: Música

La Fotografía que nos lleva: Música
Festival de Rock 100% venezolano
Fotografía: Saúl Zerpa

Es probable que los profesores que intentaron enseñarme algo más adelante reclamaran el uso de las campanitas. Los niños retienen mejor los colores y para mi el C  era de color rojo y un D era amarillo y un G azul ¡Eran los colores asociados a las notas en las campanitas! ¿Ya saben qué pasó con el cuaderno de solfeos de los solfeos? Pasaba horas poniéndole los colores, ahora es evidente que mi cerebro estaba orientado a expresiones visuales ( fotografía). 

El taller Arcoiris fue clave para comenzar esta relación con las expresiones artísticas, vi clases de cuatro con el profesor Abundio; él hacía una interpretación de samba en el cuatro que nos dejaba a todos impresionados; vi unas cortas clases de piano también y flauta.

Con las clases de piano logré presentarme en el teatro del liceo Pedro Gual y logré interpretar, al menos hasta la mitad, el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven «Oda a la alegría/ Himno de la alegría», y fue hasta la mitad porque en plena presentación olvidé que seguía y no había ni colores ni partituras solamente mi memoria, como siempre dispersa, y no se me ocurrió otra cosa que improvisar y empecé a tocar «Culu Cucu» de Porfi Jiménez. Ese día el profesor acertó un gran regaño después de la presentación, pero la gente, al menos desde donde yo estaba, lo disfrutó.

El teatro era parte de las actividades. La idea de usar disfraz nunca me gustó, pero recuerdo dos presentaciones importantes: como jardinero, alguien puso agua de verdad en una regadera y así mojé buena parte de la tarima, y la interpretación del Polichinela hoy recuerdo la canción perfectamente. «Alza pa’ arriba Polichinela».

Lo que se une a través del arte jamás se desprende. A partir de 1997 dejé de escuchar música para empezar a formar parte de ella con todo lo que implica intentar abrir caminos en una banda de rock en la ciudad.

Las actividades creativas individuales tienen un sabor diferente pero todo depende de ti, así me di cuenta que la fotografía aunque se puede desarrollar en grupo tiene un porcentaje altísimo de introspección e individualidad.

No Voices- La fotografía que nos lleva

La fotografía que nos lleva: Música
fotografía: Saúl Zerpa

Con la fotografía descubrí que ya no tenía que lidiar con los egos absurdos de cuatro músicos más que creían ser algo que no eran (algunos hoy lo son), ahora toca luchar ¡con el mío! Vaya tarea tan complicada, pero en resumidas cuentas he logrado expresarme a través de dos lenguajes: la música y la fotografía, ejecutando un instrumento y registrando en imágenes lo que pasa en la tarima. 

Mi archivo fotográfico relacionado a grupos musicales no es tan amplio y tengo que agradecer a No Voices, una banda de rock progresivo de Valencia que me permitió trabajar con ellos en tres presentaciones prácticamente seguidas. Estaba dando mis primeros pasos con la cámara. Era prestada pero el ímpetu era más grande que yo y ponía la torta cada vez que podía. También logré hacer un extenso trabajo en la última edición del Festival de Rock 100% venezolano, gracias a Fidel Arias por todo el apoyo.

La Fotografía que nos lleva: Música

La Fotografía que nos lleva: Música
Festival de Rock 100% venezolano
Fotografía: Saúl Zerpa

Hoy soy más fotógrafo que músico, aunque no he podido dejar la música. Forma parte de mi, de lo que quiero hacer algún día. 

Cuando les digan “ese es el deber ser” haganlo al revés solamente para ver qué pasa.

  1. Oct 12, 2022 7:04 pm

    Que bárbaro!!!!! A mí me encantaba escuchar como por las escaleras del Taller, se cantaban serenatas el profesor de Cuatro con la profesora de Pintura….y ese era el ambiente musical para pintar…Fabulosos recuerdos del Arte que corre por nuestras venas hermano, gracias por traerlos al presente hoy.
    Love U.